Salvador y Cachoeira: cunas del legado Afrobrasileño

Se habla de cultura afrobrasileña para referirse a las manifestaciones culturales de Brasil que tuvieron algún grado de influencia de la cultura africana desde los tiempos del colonialismo hasta el día de hoy. La cultura de África llegó a Brasil, en su mayor parte, traída por la esclavitud africana en la época del tráfico marítimo de esclavos. En Brasil la cultura africana sufrió también la influencia de las culturas europea e indígena, de manera que las características en la cultura brasileña se encuentran en general mezcladas con varias referencias culturales.
Aunque tradicionalmente desvalorizados en la época colonial y el siglo XIX, los aspectos de la cultura brasileña de origen africano pasaron por un proceso de revalorización a partir del siglo XX que continúa en la actualidad. Rastros importantes de la cultura africana pueden ser encontrados hoy en variados aspectos de la cultura brasileña, como la música popular, la religión, la cocina, el folclore y las festividades populares. Los estados del Maranhão, Pernambuco, Alagoas, Bahía, Minas Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro, San Pablo y Río Grande del Sur fueron los más influenciados por la cultura de origen africano, tanto por la cantidad de esclavos recibidos durante la época del tráfico como por la migración interna de los esclavos después del fin del ciclo de la caña de azúcar en la región del nordeste.

Religión

Los negros traídos de África como esclavos generalmente eran inmediatamente bautizados y obligados a adoptar el catolicismo. La conversión era solo superficial y las religiones de origen africano consiguieron permanecer a través de su práctica secreta o el sincretismo con el catolicismo. Algunas religiones afro-brasileñas aún mantienen casi totalmente sus raíces africanas, como es el caso de las casas tradicionales de Candomblé y del Xangô del Nordeste; otras se formaron a través del sincretismo religioso, como el Batuque, el Xambá y la Umbanda.

En mayor o más pequeño grado, las religiones afro-brasileñas muestran influencias del catolicismo y de la magia europea, así como del chamanismo ameríndio. El sincretismo se manifiesta igualmente en la tradición del bautismo de los hijos y la boda en la Iglesia católica, aun cuando los fieles siguen abiertamente una religión afro-brasileña.

Inicialmente despreciadas, las religiones afro-brasileña fueron o son practicadas abiertamente por varios intelectuales y artistas importantes como Jorge Amado, Dorival Caymmi, Vinícius de Moraes, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Maria Bethânia y Gal Costa.

Arte

En la pintura fueron muchos los pintores y dibujantes que se dedicaron a mostrar la belleza del Candomblé, Umbanda y Batuque en sus telas. Un ejemplo es el escultor y pintor argentino Carybé que dedicó buena parte de su vida en Brasil esculpiendo y pintando los Orishás y sus fiestas en los mínimos detalles; sus esculturas pueden ser vistas en el Museo Afro-Brasileño y tiene algunos libros publicados de su trabajo.

En la fotografía, el francés Pierre Fatumbi Verger, que en 1946 conoció Bahía y se quedó hasta el último día de vida, retrató en blanco y negro el pueblo brasileño y todos los matices del Candomblé. Además, luego pasó a formar parte de la religión, tanto en Brasil como en África donde fue iniciado como babalawo; aún en vida inició la Fundación Pierre Verger en Salvador, donde se encuentra todo su acervo fotográfico.

Otros ejemplos son el Alaká africano, conocido como paño de la costa del Brasil. Es producido por tejedoras del terreiro de Candomblé Ilê Axé Opô Afonjá en Salvador, y
las esculturas del Maestro Didi, Alapini (sumo sacerdote) del Culto a los Egungun y Assogba (supremo sacerdote) del culto de Babalú Ayé y Orishas de la tierra, cuyo trabajo está dirigido enteramente a la mitología y arte yoruba.

Lo más representativo de la música y el baile es la samba
. Llegó de África a Brasil a finales del siglo XIX por inmigrantes africanos y adquirió popularidad internacional de 1920 a 1930. Ha sido influenciada por muchos géneros musicales angoleños y latinoamericanos y su popularidad ha ido en constante aumento a nivel internacional, sobretodo gracias al carnaval.

¡Y no podemos dejar fuera la capoeira! Un arte marcial afro-brasileño que combina facetas de danza, música y acrobacias, así como expresión corporal. Fue desarrollado en Brasil por descendientes africanos con influencias indígenas probablemente a principios del siglo XVI. Es conocido por sus rápidos y complejos movimientos, que utilizan los brazos y las piernas para ejecutar maniobras de gran agilidad en forma de patadas, fintas y derribos, entre otros. La capoeira como estilo de lucha incorpora movimientos bajos y barridos, mientras que en el ámbito deportivo se hace más énfasis en las acrobacias y las demostraciones ritualizadas de habilidad. Se practica con música tradicional de berimbau. La Roda de capoeira (círculo de personas haciendo Capoeira) fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 26 de noviembre de 2014.

Cocina

La cocina bahiana es la que más demuestra la influencia africana en sus platos típicos como acarajé, caruru, vatapá y moqueca. Estos platos son preparados con aceite de palma, extraído de una palmera africana traída a Brasil en tiempos coloniales. En Bahía existen dos maneras de preparar estos platos “afros”. En una, la más simple, las comidas no llevan mucho condimento y son hechas en los terreiros de candomblé para ser ofrecidas a los orixás. En la otra manera, empleada fuera de los terreiros, las comidas son preparadas con mucho condimento y son más sabrosas, siendo vendidas por las bahianas del acarajé y degustadas en restaurantes y residencias. De hecho, en el Museo Memorial das Bahianas do Acarajé, se presenta esta receta de una de las comidas más típicas de Salvador de Bahía, de neta influencia africana. Es una masa de frijoles frita en aceite de dendê y rellena, por lo general, de camarones y salsa picante. No es difícil encontrar en las calles de Bahia puestos de acarajé atendidos por mujeres con vestidos típicos bahianos.
(foto acarajé con bahiana)

La feijoada brasileña es considerada el plato nacional de Brasil. Se dice que fue creada en las moradas de los esclavos y que servía de alimento para los esclavos en la época colonial, quienes hacían un cocido de las sobras y las menudencias que restaban de los festines de los patronos, junto con agua y caraotas negras. Su base consiste en un plato de fríjoles, acompañados con arroz y harina de yuca por encima, pero lógicamente encontramos mil variaciones a lo largo del territorio brasileño

Cultura y estudios afrobrasileños

El interés por la cultura afro-brasileña se manifiesta por los muchos estudios en los campos de la sociología, antropología, etnología, música y lingüística, entre otros, centrados en la expresión y evolución histórica de la cultura afro-brasileña.
Muchos estudiosos brasileños como el escritor Jorge Amado, el poeta y escritor minero Antonio Olinto, el escritor y periodista João Ubaldo, el antropólogo y museólogo Raul Lody, entre otros, además de extranjeros como el sociólogo francés Roger Bastide, la investigadora etnóloga estadounidense Ruth Landes y el pintor argentino Carybé, se dedicaron a la investigación y registro de datos sobre la cultura afro-brasileña, la cual aún no había sido estudiada en detalle.

Algunos incluso se infiltraron en las religiones afro-brasileñas, como es el caso de João del Río, con ese propósito y otros fueron invitados a formar parte del Candomblé como miembros efectivos, recibiendo cargos honoríficos y ayudando financieramente.

Actualmente continúan los estudios de la cultura afrobrasileña en el mundo entero y muchos extranjeros vienen al Brasil para obtener información y conocimiento de primera mano. Incluso existe hace más de 15 años el Día de la Conciencia Negra, que es cada 20 de Noviembre y que busca remitir a la resistencia del negro contra la esclavitud de forma general, desde el primer transporte de africanos a suelo brasileño (1549). Algunas entidades como el Movimiento Negro (el mayor del género en el país) organizan charlas y eventos educativos con el fin de evitar el desarrollo del autoprejuicio, o sea, de la inferiorización ante la sociedad.
(foto)

Entre muchos otros, existen dos destinos especialmente interesantes para quienes buscan conectar con la cultura afrobrasileña y entender mejor el legado que dejaron los africanos en todos los aspectos mencionados anteriormente.

Salvador de Bahia

Durante la colonización portuguesa, la Bahía de Todos los Santos tuvo una importancia fundamental como puerto de exportación en el hemisferio sur, desde donde se enviaban productos como el azúcar brasileño y la plata boliviana a las metrópolis europeas. Además, era un puerto de intensa circulación de esclavos africanos en el Nuevo Mundo y por eso su influencia le convierte en el centro de la cultura afrobrasileña.

Salvador cuenta con la comunidad más grande de africanos en Brasil, así que ofrece una amplia visión del patrimonio y la historia de África y un conocimiento especial sobre la trata transatlántica de esclavos y su legado a través de sitios históricos clave de la ciudad de Salvador. Por ejemplo el Fuerte y Faro Barra, donde llegaban los esclavos y dique de Tororó con su monumento dedicado a la herencia religiosa de los Orixas. Ya en el centro histórico se encuentra el Museo Afrobrasileño cuya colección destaca la perspectiva africana en la formación de la identidad y cultura brasileña. También la Iglesia del Rosario de los Negros, primera hermandad cristiana negra, la Casa de Benin, centro cultural africano.

Existen innumerables muestras de legado africano en esta ciudad, capital de Bahia, que se mantienen tan vivos y que además continúan cobrando importancia para la población entera. Cada vez se resalta más, se reconoce y se integra en la vida diaria de los locales y en toda esquina se puede encontrar una muestra, una probadita de los que esto significa. La comida callejera, como el acarajé, la música que suena, los tambores que se tocan, las artesanías, las pinturas, el lenguaje, absolutamente todo está impregnado de África mezclada con Brasil.

Experiencia de Lujo en Salvador de Bahia

Cachoeira

Cachoeira es una ciudad histórica y cultural ubicada a 2 horas de Salvador. Esta interesante ciudad está llena de monumentos coloniales y de cultura afrobrasileña. Hay muchas mansiones y monumentos como conventos e iglesias del siglo XVIII, pero también Cachoeira es el centro brasileño de la religión y cultura afrobrasileña donde se encuentra la mayor cantidad de templos candomblés, religión que es muy fuerte en esta región.

Pero el Recôncavo Baiano va más allá de la historia oficial registrada en los libros y la arquitectura; Cachoeira y sus alrededores cuentan con riquísimas experiencias culturales. El quilombo Kaônge es un ejemplo de esta riqueza, que ofrece a través de la Ruta de la Libertad, una experiencia de turismo étnico comunitario, donde se puede experimentar la vida cotidiana de la vida quilombola, sus sus conocimientos y costumbres. Las conversaciones con los líderes políticos y religiosos también enriquecen la visita con sus recuerdos y enseñanzas, además de ofrecer la posibilidad de pasar la noche en viviendas quilombo para vivir este contacto de manera aún más auténtica. El quilombo también promueve el Festival de la Ostra, en el que se muestra la delicadeza gastronómica en varios platos, como la ostra frita, la ostra natural y la moqueca de ostras. El evento anual que siempre tiene lugar en octubre, une la gastronomía con un momento de celebración y establecimiento de nuevos logros por parte del grupo. Otro evento cultural importante en la región es la Samba de Roda, que reúne música, danza y poesía en una combinación de instrumentos musicales africanos junto con la presencia de viola y panderetas portuguesas.

Y la Festa da Boa Morte (Festival de la Buena Muerte), que se celebra anualmente en agosto, también marca la lucha por la liberación de los esclavos, mezclada con la religiosidad afrobrasileña. Un componente central de las culturas de la Matriz africana, la religiosidad promueve experiencias que mezclan el catolicismo, así como más de 50 terreiros de Candomblé y Umbanda en la región. Un indicador de este sincretismo es la santa patrona de Cachoeira, Nuestra Señora del Rosario, una santa católica negra.

Si de legado Afrobrasileño se trata, lo que más hay en esta región son recursos para conocerlo, comprenderlo, vivenciarlo e integrarlo en la percepción que tenemos de Brasil, pues como podéis daros cuenta, no se puede separar África de la historia de Brasil y esto se respira en cada rincón. Hay muchas maneras de experimentarlo, ya sea con fines educativos como los estudiantes que han venido a hacer este recorrido especializado, o simplemente como una experiencia instructiva y divertida, pues si hay algo de lo cual no carece la cultura afrobrazileña a pesar de la historia es de ritmo, sabor, música y pasión.

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